Entrevista
con la Dra. Ana Speranza, Directora de la Dirección
Nacional de Salud Materno Infantil del Ministerio de
Salud de la Nación.
“Esta
ley vuelve a mostrar que las políticas públicas dan
equidad”.
Invitada
a disertar en un Seminario sobre el Estado Actual de la
Salud Materno Infantil en Argentina, organizado por la
Maestría en Salud Materno Infantil de la UNC, la Dra. Ana Speranza consideró
que la nueva ley sancionada en el Senado que garantiza
el acceso universal y gratuito a la realización de
prácticas de ligadura de trompas de Falopio y
vasectomía vuelve a mostrar que las políticas
públicas tienen que dar equidad. La médica pediatra
que cuenta con una larga trayectoria en el Hospital Dr.
Juan P. Garrahan de Buenos Aires, sostiene que estas
intervenciones quirúrgicas constituyen un método
anticonceptivo más dentro de los contemplados por la
Ley nacional de salud sexual y procreación responsable
y que una vez que se reglamente la reciente ley todas
las familias independientemente de su condición
socioeconómica van a poder ejercer su derecho a
realizarse una práctica quirúrgica de este tipo.
-¿Considera
que la sanción de esta ley otorga un principio de
igualdad en cuanto al derecho a poder elegir no seguir
teniendo más hijos ya sea por salud o por
anticoncepción?.
Es
una ley que vuelve a mostrar que las políticas
públicas tratan de dar equidad, porque sabemos que es
diferente el acceso a este tipo de prácticas de
aquellos que tienen posibilidades económicas. Por lo
tanto esta normativa permite a toda la población
independientemente de su situación social llegar a
prácticas que antes solo eran accesibles a un grupo de
la población. La sanción de esta ley vuelve a
establecer un principio de equidad y permite ejercer el
derecho libremente, pero para esto debe socializarse
esta información en el sentido de dar conocimiento a la
población de los alcances de estas leyes tanto de la
anticoncepción quirúrgica como de la anticoncepción a
través de otros métodos. Creo que este procedimiento
de la ligadura de trompas de Falopio y vasectomía viene
a sumar a lo que ya se promovía desde la ley de salud
sexual y procreación responsable. Hay que decirlo, de
alguna forma evita la judicialización de toda una
problemática que realmente no debería entrar por
caminos de la Justicia. Y de alguna manera les permite a
los profesionales de la salud actuar con mayor
independencia en estas decisiones, ahora bajo el amparo
de una ley y que antes estaban totalmente coartadas.
-¿Algunos
sostienen que la práctica quirúrgica de la ligadura de
trompas y la vasectomía no tienen prácticamente
reversibilidad y que son mutilaciones?. ¿Qué opina al
respecto?.
Es
importante señalar que la indicación de realizarse
estas intervenciones quirúrgicas no va a ser en
cualquier persona, sea hombre o mujer, se tienen que dar
determinadas condiciones donde el profesional deberá
poner sobre la mesa y evaluar cuáles son los pro y los
contra de esta cirugía y desde ya será el padre o la
madre el que tomará la decisión. Y sobre la
reversibilidad dependerá fundamentalmente de las
posibilidades quirúrgicas aunque creo que no es un tema
que desde el punto de vista específico médico pueda
definir en este momento.
Desde
ya deben darse las condiciones necesarias de la pareja,
o de la madre o el padre que lo planteen. En el caso de
una madre multípara, una mujer que padezca de alguna
enfermedad, discapacitada o violada, se tendrán que
plantear estas circunstancias antes de tomar la
decisión. Creo que pensar que la ligadura de trompas y
la vasectomía son mutilaciones son actitudes
extremistas porque entonces también sería mutilación
la apendisectomía, sacarse una vesícula o cualquier
otra práctica quirúrgica. En este sentido hablar de
mutilación es llevar a un extremo tal que creo no
corresponde. Creo que con esta opinión se va más allá
de lo que significa esta práctica. La sanción de esta
ley era una necesidad a nivel nacional, después está
la conciencia de cada uno, pero las leyes están para
cumplirse y está es una de las cosas que tenemos que
aprender en el país. Las leyes deben cumplirse, no
son meras sanciones y estas normativas deben permitir
acciones que se concreten al amparo de la ley. Lo que
falta ahora es la reglamentación y esto seguramente
será el punto más clave para que realmente sea
efectiva.
-¿Cuál
cree que será el impacto que tendrá la aplicación de
esta ley en la disminución de la mortalidad materna?.
Es
imposible contestar esa pregunta en esos términos,
porque sabemos que hay muchos embarazos no deseados en
especial en lo que se refiere al embarazo adolescente,
con lo cual para reducir la mortalidad materna se
necesitan ejecutar acciones de todo tipo, desde la
educación a nivel escolar, de trabajo con los
adolescentes en la prevención y en el trabajo
específico con las familias para que hagan uso de sus
derechos en lo que se refiere al conocimiento y a las
posibilidades de la procreación responsable. Las
familias deben saber que existe el Programa Nacional de
Salud Sexual y Procreación Responsable que les da
libertad para poder elegir y además les da la
accesibilidad a los insumos como preservativos,
pastillas, inyectables, dispositivos intrauterinos y
ahora también la posibilidad de realizar una práctica
quirúrgica de anticoncepción. En realidad lo que se
pretende es que las familias puedan hacer uso de sus
derechos, lo que pasa es que hay problemas de
sociabilización de este conocimiento, respecto a que
las familias deben poder acceder a estos derechos y de
esa forma hacer efectivas estas leyes que desde el nivel
del Estado y las políticas públicas se están llevando
adelante.
Entrevista: Lic. Rosana A. Guerra.